domingo, 9 de septiembre de 2007

Viaje

Miraba a través del sucio vidrio que le alejaba, su corazón sentía angustia de partir. Así, de alguna manera advertía que jamás regresaría, no sentiría otra vez aquella fusión entre el cálido sol y la brisa fresca llenándole por completo y provocándole amables escalofríos.
Ahora miraba todo aquello que hace tan poco le envolvía de alegría, pero sentía tristeza, inexplicable tristeza. No lograba ya respirar y su cuerpo no resistía, sentía demasiado frío... no era tan solo el frío que allí dentro había, si no que era el frío que sentía al atravesar con la mirada la suciedad del vidrio.

1 comentario:

Francisco dijo...

No sé porque, pero me gusta. Tanta melancolía... me gusta demasiado ese sentimiento.